Ionización y Alcalinización

Alcalinización del Agua

La ionización es el proceso químico o físico mediante el cual se producen iones, estos son átomos o moléculas cargadas eléctricamente debido al exceso o falta de electrones respecto a un átomo o molécula neutra. A la especie química con más electrones que el átomo o molécula neutra se le llama anión, y posee una carga neta negativa, y a la que tiene menos electrones catión, teniendo una carga neta positiva.

Un ión de hidrógeno se disocia de la molécula que formaba parte, quedando un anión (HO-), y pasa a unirse con el átomo de oxígeno de otra molécula, formando un catión (H3O+).

El agua no es un líquido químicamente puro, ya que se trata de una solución iónica que de por si contiene algunos iones H3O+ y OH- .

El Potencial Rédox o potencial de Oxidación-Reducción

Las reacciones de Oxidación-Reducción son de una importancia capital en todos los sistemas biológicos.

Para que un agua sea saludable, es necesario que su Rédox sea negativo (rico en electrones) con el fin de ser ligeramente reductora.

El agua alcalina ionizada al contener mayor concentración de aniones es capaz de liberar una gran cantidad de electrones, los cuales neutralizan los radicales libres al unirse a ellos, actuando como un poderoso antioxidante natural.

Si no hay antioxidantes disponibles, los radicales libres (oxidantes) presentes en nuestro cuerpo recorren el organismo en búsqueda de los electrones que les faltan, oxidando (quitándole electrones), provocando daños a otros componentes de las células, como la membrana plasmática e incluso al propio ADN.

El Hidrógeno Activo generado en la electrolisis reduce selectivamente los radicales libres más dañinos (oxígeno citotóxico).

Ionización del Agua

Que la pureza o contaminación del aire que respiramos influye en nuestra salud es algo sobradamente conocido, pero no lo es tanto que la “carga eléctrica” de esas pequeñas partículas (iones) presentes en el aire, influyen en nuestro organismo. Cuando el aire tiene una excesiva carga de iones positivos adquiere efectos perturbadores que afectan a la salud y al estado anímico de las personas, puede producir dolores de cabeza, depresión, irritabilidad, letargo, insomnio, migraña, malestar general y una amplia gama de enfermedades respiratorias como asma, bronquitis, fiebre del heno o catarros. Por el contrario, cuando la carga es de iones negativos favorece el relax, el equilibrio y el funcionamiento armónico de todos los sistemas.

Variacion de la concentración de Iones Positivos y Negativos

El equilibrio de la carga eléctrica del aire puede perderse bien a causa de fenómenos atmosféricos naturales, bien debido a los efectos de acciones realizadas por el ser humano. De tal manera que la proximidad de un vendaval o de una tormenta, el polvo, el aire contaminado de las ciudades, los aparatos de aire acondicionado, los calefactores, los aparatos eléctricos, etc., destruyen los iones negativos y hacen proliferar los positivos, lo que provocan que la atmósfera sea asfixiante en muchas ciudades, casas y oficinas. En las horas o días precedentes a una tormenta eléctrica el aire está cargado con exceso de iones positivos y eso afecta a los animales, que se muestran inquietos, a los insectos, que se convierten en una auténtica plaga haciéndose más agresivos, etc. Sin duda un exceso de iones positivos afecta a la química del cuerpo de los organismos vivos (plantas, animales y personas). Sin embargo, una vez pasada la tormenta el aire está fresco, limpio, vigorizante y conteniendo una carga extra de iones negativos que producen tranquilidad, alivio de tensiones y aumento de la energía en los seres vivos. Los seres humanos nos desequilibramos en respuesta a los cambios atmosféricos. Hay personas tan sensibles a ellos que pueden percibir cuándo se van a producir; algunos “sienten en sus huesos” que va a llover; otros lo perciben con dolores de cabeza o con irritabilidad o estrés. En cambio, la presencia de iones negativos en el aire despeja la mente, levanta el ánimo y produce una sensación de alivio y bienestar tanto físico como psicológico.

En aire aumentan los iones negativos por efecto de la radiación solar y estelar, los relámpagos, las olas del mar, las corrientes de agua… Se ha comprobado que el aire fresco de las montañas y las costas contiene muchos iones negativos y que sus efectos beneficiosos se pueden percibir cuando, por ejemplo, pasamos un día en el campo.

Los Iones Negativos, además, limpian el aire de bacterias e impurezas como el humo del tabaco, el polen, el polvo y otras partículas que irritan las vías respiratorias; así pues, es una terapia adecuada que ayuda a combatir enfermedades respiratorias de todo tipo pero también problemas como depresión, insomnio, dolores de cabeza, etc.

Siempre que esté a nuestro alcance debemos acercarnos a algún paraje de la Naturaleza donde las plantas, el agua, la brisa marina o el sol nos permitan desprendernos de iones positivos y recargarnos de los negativos que son tremendamente beneficiosos para la salud. La absorción se realiza mediante la respiración y a través de la piel.

Concentración de Iones positivos

Además de algunos factores naturales como: la radioactividad natural, la formación de tormentas, la luna llena, los vientos secos y cálidos, etc. La vida moderna aumenta la concentración de iones positivos sobre todo en las ciudades y dentro de nuestros hogares, debido a la contaminación atmosférica, el funcionamiento de aires acondicionados, la proximidad a pantallas de televisión, el uso de determinados aparatos eléctricos, etc.

Concentración de iones negativos

La Concentración de iones negativos es beneficioso para la salud. La naturaleza dispone de sus medios para generarlos, la función clorofílica que desarrollan las plantas, la formación de pequeñísimas gotas de agua (cascadas, etc,).